En 2013, el pueblo de Bojo, Aloguinsan reelaboró su visión turística, con el objetivo de que para el año 2020, Aloguinsan se haya convertido en un “pueblo progresista que muestre un desarrollo sostenible y centrado en las personas con una fuerte asociación entre el gobierno local y la comunidad; lugar seguro y agradable para residentes, visitantes e inversionistas.” THoy, la asociación del pueblo ha logrado esta visión, transformando tanto la calidad de vida de sus residentes como la calidad del gobierno de la administración local.

Desde que comenzó el turismo fluvial en 2009, la asociación del pueblo ya ha contribuido financieramente a la administración local para implementar proyectos en educación, salud y saneamiento, gestión ambiental, empoderamiento de la mujer y preservación del patrimonio que beneficiaron a 3.000 personas (la población del pueblo es solo de 1.800). incluidos los niños, las mujeres, los ancianos, los agricultores, los pescadores y otras categorías desfavorecidas de la sociedad. El consejo de la aldea también ha recibido ingresos adicionales del turismo que financian la mejora de los servicios sociales básicos de la comunidad, incluidos el alumbrado público, la recolección de basura y la preservación de las tradiciones culturales de la aldea.

El turismo ha sido un actor principal en la creación de nuevas oportunidades de trabajo a través de pequeñas empresas y el empleo de los lugareños. Las personas que solían trabajar como obreros de la construcción y peones en la ciudad han vuelto a casa. Los nuevos ingresos han creado un círculo virtuoso de prosperidad local porque los ingresos del turismo se utilizan para pagar los bienes y servicios producidos por la comunidad local, lo que reduce la pérdida de ganancias.

Un objetivo dirigido a la comunidad es comprometerse con la preservación del patrimonio natural y cultural. Esto se demuestra claramente en las limpiezas periódicas de ríos y costas como resultado de la sensibilización y el desarrollo de capacidades. Consciente de los beneficios del turismo de alto valor y bajo impacto, el pueblo ha aunado sus recursos para implementar proyectos de conservación marina, como protección de manglares y vida silvestre, manejo de viveros de manglares, educación ambiental para niños y capacitación en interpretación de ríos para guías locales, en asociación con organismos gubernamentales y el sector privado.