Ubicada en la Sierra Norte del Estado de Puebla, en una región con altos niveles de desigualdad y marginación, Cuetzalan es un ícono de la innovación social y económica a través de experiencias cooperativas y de organización social que promueven el empoderamiento de las personas que luchan contra el binomio campo-pobreza. Cuetzalan es una localidad rural que recibió el reconocimiento nacional de Pueblo Mágico en 2002, gracias al enfoque de sostenibilidad social, económica y ambiental que hizo brillar su patrimonio cultural y natural.

Rodeado de bosques mesófilos de montaña, cascadas y envuelto en el misticismo de la cosmovisión del pueblo nahua (pueblo indígena que habita la región), Cuetzalan puede presumir de numerosas actividades agrícolas como la producción de café de sombra, la recolección de pimienta negra, la producción de orquídeas de vainilla y la producción ancestral de miel melipona.

La demanda de estos productos agroalimentarios está estrictamente relacionada con el turismo, que es también un apoyo para la preservación de la gastronomía típica de la montaña, que incluye diferentes hierbas silvestres, carnes ahumadas y licores amargos que contribuyen a estimular las economías locales que proporcionan a los habitantes oportunidades de trabajo más dignas y justas.

En 2020, el pueblo podría contar con 79.300 llegadas de turistas nacionales e internacionales, generando un importante ingreso económico, que representa la mayor parte de los ingresos del Municipio. Para minimizar los impactos y externalidades del turismo y fomentar la corresponsabilidad entre visitantes y residentes, la comunidad local ha puesto en marcha diferentes iniciativas de ecoturismo y turismo cultural. Además, la presencia de dos universidades ha influido en la calidad y la estructura de los proyectos.