Además de sus encantadores habitantes, el pueblo de Le Morne cuenta con extraordinarios recursos naturales y culturales de renombre internacional. De hecho, una de las facetas únicas de este histórico, colorido y tranquilo pueblo es que está rodeado por el océano y la montaña.

La majestuosa montaña de Le Morne Brabant, situada en la península que se adentra en el océano Índico, en el suroeste de Mauricio, ha obtenido el reconocimiento internacional con su inscripción como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como «Paisaje Cultural de Le Morne», debido a su destacado valor universal y al excepcional testimonio del «cimarronaje» y también como símbolo de la lucha de los esclavos por la libertad.

Se pueden descubrir varias tonalidades de azul en la laguna de le Morne, que además de ser fuente de sustento para los pescadores, alberga diversas actividades náuticas. Las aguas que rodean la península están reconocidas internacionalmente como uno de los mejores puntos de kite-surf del mundo. Otro de sus tesoros ocultos y exclusivos de las aguas de Le Morne es la famosa cascada submarina, que constituye una espectacular ilusión óptica.

Además de estas maravillas naturales únicas, la cultura, el patrimonio, la historia y las emociones crean un ambiente distintivo en este pueblo de pescadores que no se puede percibir en ningún otro lugar. La cultura local contribuye a la identidad y el sentido de pertenencia de los habitantes multiétnicos del lugar, que se transmite de generación en generación a través de la cocina tradicional, los mitos y las leyendas o la música. La música «Séga», de la que se dice que es originaria Le Morne, está inscrita en la lista de patrimonio inmaterial de la UNESCO.
La música «Séga», de la que se dice que es originaria Le Morne, está inscrita en la lista de patrimonio inmaterial de la UNESCO.