A principios de 2018, el pueblo desarrolló campañas de sensibilización destinadas a sustituir las bolsas de plástico por papel. Se instalaron nuevos contenedores de residuos y en 2021 se puso en marcha una campaña de clasificación de residuos, además de otras campañas de limpieza, charlas de sensibilización y visitas puerta a puerta a domicilio por parte de estudiantes universitarios. La electricidad del pueblo se produce a partir de fuentes de energía limpias (600 paneles solares), gracias a la creación de una organización sin ánimo de lucro llamada «INARA», que gestiona este proyecto. El pueblo controla periódicamente la calidad del agua potable disponible. El pueblo prohíbe la quema de residuos orgánicos procedentes de la limpieza de árboles y más del 40% de los residentes hacen abono en sus jardines. La plantación anual de árboles se lleva a cabo en todo el pueblo y en la reserva de cedros de Douma. Se mejora la conciencia ambiental a través de conferencias anuales para residentes y estudiantes, enfocadas en promover caminar, andar en bicicleta y vehículos híbridos; el cambio hacia energías alternativas y el consumo de productos de origen vegetal; y reducir el desperdicio de alimentos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se han llevado a cabo muchas iniciativas de reforestación para ampliar los espacios verdes dentro y alrededor del pueblo, preservar la calidad del aire limpio y contribuir a la calidad de las fuentes de agua dulce.